LOS JUEGOS PARALÍMPICOS NO HAN REDUCIDO LAS BARRERAS A LA ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

PARALÍMPICOS

Más de 4.000 atletas de todo el mundo han competido en los Juegos Paralímpicos de Tokio, un aumento de diez veces desde los primeros Juegos Paralímpicos en 1960. A pesar del crecimiento de atletas paralímpicos, para la mayoría de los 1.500 millones de personas con discapacidad en el mundo, la participación en deportes, ejercicio y otros tipos de actividad física todavía son casi imposibles.

En una revisión de investigación reciente, informamos que los niños, jóvenes y adultos con discapacidades tienen hasta un 62% menos de probabilidades de cumplir con las pautas de actividad física de la Organización Mundial de la Salud que la población en general. Esto se debe a que las personas con discapacidades enfrentan más de 200 barreras para realizar actividad física, dos de las más grandes son entornos construidos y transporte. Por ejemplo, la mayoría de los patios de recreo públicos, piscinas y pistas al aire libre están construidos de manera que no son accesibles para los usuarios de sillas de ruedas.

La accesibilidad es clave
Incluso las instalaciones de fitness y recreación que dicen que son accesibles a menudo carecen de características básicas accesibles, como vestuarios, duchas y caminos despejados para que una persona con una discapacidad visual o física pueda moverse fácilmente.

Las instalaciones verdaderamente accesibles a menudo se subutilizan. En todo el mundo, las personas con discapacidades no pueden llegar a estos lugares porque tienen un acceso limitado o nulo a los servicios de transporte público.

Los costos de participación son otra gran barrera. Las personas con discapacidad tienen más probabilidades de vivir en la pobreza. Algunas instalaciones exigen tarifas de entrada adicionales a los miembros de la familia que vienen para ayudar a la persona con discapacidad. El equipo deportivo adaptado es caro: una silla de ruedas especial para jugar baloncesto en silla de ruedas puede costar hasta $ 5.000 dólares.

Las barreras a la actividad física crean inequidades en la salud. Las personas con discapacidad tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas relacionadas con la inactividad física, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. También tienen un mayor riesgo de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental.

Parte del riesgo se puede reducir participando en deportes, ejercicio y juego activo. Nuestra investigación reciente encontró que la actividad física mejoró significativamente la salud cardiometabólica, la aptitud física y la salud mental de niños, jóvenes y adultos con discapacidades. Incluso pequeñas cantidades de actividad, muy por debajo de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud, pueden mejorar la salud y el bienestar.

La inspiración no es igual a la participación

Las personas con y sin discapacidades a menudo dicen que se sienten inspiradas al ver las actuaciones deportivas paralímpicas. Desafortunadamente, la inspiración y el entusiasmo deportivo creado por los Juegos Paralímpicos (conocido como el "efecto de demostración") tiene poco efecto en la participación deportiva real.

En 2012, más de 31 millones de televidentes de toda Inglaterra vieron los Juegos Paralímpicos de Londres. Y, sin embargo, de 2006 a 2016, el porcentaje de personas con discapacidad en Inglaterra que participaron en deportes aumentó solo un 1,5 por ciento. Las tasas de participación deportiva alcanzaron un máximo del 19,1% de la población con discapacidad en 2013. Para 2016, ese número se había reducido a solo el 16,8%. 

¿Qué sucedió? Después de los Juegos Paralímpicos de Londres, las organizaciones deportivas y de discapacidad británicas no contaron con los recursos adecuados para apoyar la afluencia de nuevos participantes. También se hizo mayor hincapié en conseguir que las personas con discapacidad probaran un deporte en lugar de abordar las barreras que les impiden seguir practicando deporte. En última instancia, la motivación creada por los Juegos Paralímpicos no fue suficiente para superar las antiguas barreras a la participación deportiva.

La Pandemia lanzó nuevas iniciativas
La pandemia de COVID-19 ha creado aún más barreras para la participación. Las regiones se han bloqueado. Las instalaciones y los programas han cerrado. Se ha perdido el acceso a trabajadores de apoyo personal y otros servicios para personas con discapacidad. Pero hay un lado positivo: estos desafíos han impulsado algunas acciones nuevas.

A lo largo de la pandemia, organizaciones de todo el mundo han proporcionado programas gratuitos de ejercicios en línea para personas con discapacidades físicas e intelectuales. Nuestro equipo de investigación con el Proyecto Canadiense de Participación en Discapacidades lanzó un servicio gratuito de entrenamiento de actividad física para canadienses con discapacidades. Los entrenadores brindan información y motivación, por teléfono, para ayudar a los clientes a superar las barreras que les impiden mantenerse activos durante la pandemia.

La provincia de Ontario reconoció que la actividad física es fundamental para la salud de las personas con discapacidad. Se permitió la apertura de instalaciones deportivas y recreativas durante el cierre de la provincia para que las personas con discapacidad pudieran hacer fisioterapia.
Si bien estos esfuerzos son alentadores, deben ser parte de una solución global a largo plazo. Los planes de acción de actividad física nacionales e internacionales señalan la importancia de abordar las necesidades de las personas con discapacidad. Estos planes de acción no han recibido suficientes recursos para realizar un cambio real.

Los Juegos Paralímpicos sensibilizarán sobre las posibilidades deportivas de las personas con discapacidad. Algunos espectadores pueden incluso sentirse inspirados para probar un nuevo deporte, unirse a un gimnasio o simplemente salir a jugar. Ahora es el momento de ir más allá de la óptica de los Juegos Paralímpicos e impulsar una inversión adecuada y una acción seria para eliminar las barreras a la actividad física en nuestros entornos construidos, políticas y comunidades y lograr un cambio real para las personas con discapacidades.