DISCAPACIDAD & SEXUALIDAD ¿TABÚ?

Conozca a los Devotee (devotos): las personas que se excitan con la discapacidad

¿La atracción sexual por las espinas curvas, los muñones con cicatrices, los aparatos ortopédicos para las piernas y las prótesis es diferente a encontrar ciertos tipos de senos, cinturas y piernas atractivos? Los devotos no lo creen así.

Si no lo sabe, un devoto (con discapacidad o no) es alguien que se identifica como una persona que siente atracción sexual por la discapacidad, alguien que encuentra los tipos de diferencia corporal que esa discapacidad puede invocar sexualmente atractiva, excitante y deseable.

En las culturas sexuales predominantes que cosifican la normalidad sexual, esta forma de atracción sexual se patologiza como perversión sexual y parafilia, un estado en el que la excitación sexual y la gratificación de una persona incluyen fantasear con algo considerado "atípico", "anormal" o "extremo". Ejemplos de esto incluyen abasiofilia, una atracción por ayudas para discapacitados, como aparatos ortopédicos para las piernas, y acrotomofilia, una atracción para los amputados.

Un documental sobre devotos, con una presentadora con discapacidad, la maravillosa Emily Yates, se emitió recientemente en la BBC. Puedes acceder al mismo clicando el vídeo a la derecha de la pantalla

Como orgullosa mujer con discapacidad que investiga las intersecciones del género, la sexualidad y la discapacidad como socióloga, me llamó la atención mientras miraba, a los 31 años, cuán pocas veces había visto a una mujer con discapacidad como presentadora o protagonista en televisión. Muy pocas veces vemos a las mujeres con discapacidad como sujetos que piensan, sienten y actúan.

El enfoque confiado e intervencionista de Yates, que implicó hacer su propio porno devoto como parte de su investigación para el documental, sirvió para contrarrestar las suposiciones comunes de las mujeres discapacitadas como inherentemente vulnerables, indeseables y asexuales.

Su película porno de devotos hechos a sí misma, en la que se filmó a sí misma transfiriéndose de su silla de ruedas a su automóvil (no es raro que los devotos quieran ver la pragmática de vivir con una discapacidad), ha tenido desde entonces más de 4,000 visitas, mucho para el emoción del Daily Mail.
Este enfoque encarnaba para la audiencia a una mujer, una mujer discapacitada, que jugaba provocativamente con el poder, el deseo y el placer de formas que rara vez se reconocen.

Completamente enamorada de ti
Los debates que rodean el devoto como práctica son complicados y tienen lugar tanto dentro como fuera de las propias comunidades y movimientos de las personas con discapacidad.

El devoto es un vehículo que abre posibilidades para repensar el cuerpo erótico convencional en un momento en el que los ideales estéticos estrechos, que muy pocas personas encarnan, lo están cerrando.

El devoto a menudo se ve solo como un fetiche sexual, un placer obtenido del producto de la pornografía de nicho, en lugar de una preferencia sexual, una forma de intimidad o parte de una relación amorosa. Estas últimas son algunas de las formas en que las personas con discapacidad en mi propia investigación han hablado sobre el devoto y sobre sus propias experiencias con los devotos.
Las representaciones del devoto a menudo reiteran debates bien ensayados sobre "preferencia o perversión", cuando en realidad el devoto puede ser ambos, ninguno y cualquier cosa en el medio.
Los defensores del devoto a menudo argumentan que sirve para desafiar las nociones convencionales de belleza y atractivo, ya que la comprensión común del cuerpo deteriorado como "abyecto" y "grotesco" cambia radicalmente.

Poder y placer
Pero para muchos, el devoto tiene más que ver con el poder que con el placer; una forma de explotación. Las personas con discapacidad de todos los géneros, pero particularmente las mujeres, pueden ser abusadas y explotadas por el devoto.

En el documental vemos a Yates molestarse por la objetivación del devoto: se pregunta si el devoto con el que se está involucrando la está mirando a ella o a su cuerpo, a sí misma o, como ella dice, su "lucha", las tareas diarias que encuentra. difícil.

La potencial excitación de los devotos ante la "lucha" de Yates, marcada como un punto de vergüenza para ella, es degradante. Un tema común en gran parte de la pornografía convencional. ¿Quizás, entonces, esto plantea preguntas más amplias sobre los límites de la pornografía y la discapacidad dentro de ella?

A las personas con discapacidad se las objetiva, se les convierte en un espectáculo y se les niega la falta de privacidad en sus vidas; a menudo reducido a objeto, otro y carga. Pero la política visual de la pornografía no siempre tiene que convertir al sujeto en un objeto. Hay formas de pornografía, como la pornografía autodirigida y la pornografía feminista (pornografía hecha por feministas que se identifican a sí mismas), que pueden dar al sujeto un control mucho mayor sobre la representación.

¿Violencia sexual?

El documental tocaba a los devotos que filmaban en secreto a personas con discapacidad en la calle y robaban sus imágenes de las redes sociales, lo que por supuesto, sin consentimiento, es violencia sexual.

Las mujeres discapacitadas ya experimentan violencia sexual en mayor número que los hombres discapacitados y las mujeres no discapacitadas. También experimentan una abrumadora falta de acceso y apoyo para salir de situaciones de violencia, en parte porque la mayoría de los servicios y refugios para mujeres no satisfacen sus necesidades.

Pero si bien el abuso, la explotación y la violencia pueden ser una realidad para las personas con discapacidad, estos no son necesariamente comportamientos inherentes al devoto como práctica, siempre que exista el pleno consentimiento.

Pero también debemos ser conscientes de que las personas discapacitadas pueden explotar y abusar de los devotos; la vulnerabilidad no es inherente a la discapacidad ni es un dominio exclusivo de ella.
Entonces, aunque el devoto no es para todos, los modos sexuales a través de los cuales las personas con discapacidad pueden jugar eróticamente con la discapacidad, de maneras que no los reproducen como un objeto, pueden ser progresivos.

Entonces, podría ser más útil considerar las formas en que el devoto, como el kink, el BDSM y el voyerismo, pueden ser seguros, consensuales y recíprocos; y reconocer que el placer, el poder y el juego juntos no son desviados ni peligrosos por naturaleza, ni siquiera en el contexto de la discapacidad.

De cualquier manera, las exploraciones de Yates encarnaron estos complejos debates de formas nuevas e interesantes. Ha hecho avanzar la conversación y lo ha hecho desde una perspectiva que a menudo falta: la de las propias mujeres con discapacidad.